¡Bienvenidos de nuevo al blog de Sistemas DIY! Hoy os traemos una actualización especial que cubre las últimas 48 horas de trabajo en nuestra obra. En los Días 3 y 4, nos hemos centrado en un objetivo único y fundamental: instalar parte del aislamiento de nuestras fachadas.
Después de tener la estructura y la cubierta listas en solo dos días, el siguiente paso era darle a la casa parte de su piel. Ha sido un trabajo intenso de dos jornadas que ha transformado por completo el proyecto, pasando de ser un esqueleto cubierto a un hogar ya cerrado, aislado y protegido.
Recapitulando: Una obra bajo cubierta
Partíamos de la imagen de ayer: una estructura de acero con su cubierta perfectamente instalada. Esta protección nos ha permitido centrarnos al 100% en el montaje del cerramiento vertical con una precisión y limpieza absolutas.
El Proceso del Día 3 & 4: Instalando el corazón de la fachada
El trabajo de hoy, como se ve en la imagen ha consistido en instalar el Panel Sándwich autoportante de 50 mm directamente sobre la estructura metálica. Este panel es el corazón de nuestro sistema de fachada, proporcionando una primera y muy importante barrera de aislamiento y una rigidez estructural formidable.
Pero lo realmente excepcional es cómo este panel se integra en una solución de fachada ventilada de varias capas, diseñada para un rendimiento superior. El sistema completo, que se irá completando en las siguientes fases, se compone de (de dentro hacia fuera):
Trasdosado de placa de yeso laminado (15 mm): Será el acabado interior liso de la vivienda.
Lana de roca (100 mm): Una capa extra de aislamiento térmico y, fundamentalmente, acústico para un silencio y confort excepcionales.
Panel Sándwich (50 mm): El núcleo aislante y estructural que hemos instalado hoy.
Estructura metálica: El esqueleto de acero de la casa.
Cámara de aire: Un espacio clave que permite que el aire circule, mejorando el comportamiento térmico del edificio y evitando condensaciones.
Panel de hormigón (40-50 mm): El acabado exterior final, que se colocará posteriormente y que confiere durabilidad, resistencia y una estética personalizada.
¿Y ahora qué? ¡Trabajando por dentro y por fuera a la vez!
Completar la envolvente en solo cuatro días nos da una ventaja estratégica enorme: podemos empezar a trabajar simultáneamente en el exterior y en el interior, duplicando el ritmo de avance.
En el próximo capítulo, que cubrirá los Días 5 y 6, veréis esta optimización en acción:
En el exterior: Comenzaremos a instalar el acabado final de la cubierta con la teja, un paso que le dará a la casa su carácter estético definitivo.
En el interior: Mientras tanto, el ritmo no para. Levantaremos toda la perfilería para la tabiquería que distribuirá los dormitorios y baños, y comenzaremos a pasar las instalaciones de fontanería y saneamiento por el suelo y las paredes.
¡No te pierdas cómo la casa empieza a tomar forma por fuera y por dentro al mismo tiempo!