¿Qué hay de cierto en el certificado energético A?

3 de marzo de 2025 por
¿Qué hay de cierto en el certificado energético A?
(DIY) DIY Sistemas Constructivos S.L.U., Marta Fernández Agustín


1. ¿Qué mide realmente el certificado energético?

El certificado energético oficial, tal como se emite hoy en día, básicamente informa de:

  • Consumo de energía para climatización (calefacción, refrigeración) y agua caliente.
  • Emisiones de CO₂ asociadas a ese consumo.

Lo que no siempre refleja al 100% es la calidad real del aislamiento o el confort interior en todas las épocas del año. Por ejemplo, podrías tener una casa con una letra A porque no incorpora sistemas de calefacción y, por tanto, su consumo de energía es prácticamente nulo. Pero ¿qué pasa cuando llega el invierno y quieres estar cómodo? El certificado no está obligado a evaluar si te vas a congelar. Solo mide que al no haber un sistema de calefacción instalado (o al usar uno muy básico), el gasto energético teórico es bajo… y, con ello, te cuelgan la “A” sin que la casa esté realmente bien aislada.

2. El truco de la calefacción ausente (y otros detalles)

Efectivamente, según la metodología de cálculo del certificado energético, la vivienda se valora a partir de la demanda y el consumo estimados. Si no hay sistemas de calefacción (o su potencia es mínima), la demanda reflejada en el papel cae en picado, y con ella la calificación. ¡Boom! Letra A.

Pero imagina que en la práctica necesitas poner radiadores eléctricos a todo trapo o invertir en estufas adicionales para no morir de frío. Esos consumos “reales” no salen en el certificado original, que se basó en la instalación declarada. Resultado: la eficiencia del papel no coincide con la eficiencia real.

3. ¿Y el aislamiento?

El aislamiento es la clave para mantener una temperatura interior estable sin derrochar energía. El gran problema es que, en el certificado energético oficial, la transmitancia térmica (es decir, cuán bien o mal está aislada la casa) no siempre queda plasmada de manera que el comprador o usuario entienda su verdadera importancia. Se valora, sí, pero a veces queda eclipsada por la forma de calcular consumo y emisiones.

Así que puedes tener una vivienda que aparezca con una “A” por bajo consumo y a la vez un aislamiento básico. No siempre es lo habitual, pero puede pasar.

4. Nuestra “Calificación AA”: A de aislamiento + A de consumo

En Sistemas DIY hemos querido ir más allá y dar claridad:

  • Una primera A que garantice un aislamiento óptimo, de modo que la casa retenga la temperatura en invierno y rechace el calor en verano.
  • Una segunda A que se refiera al consumo reducido (o muy optimizado) gracias a sistemas de climatización eficientes y energías limpias.

Con nuestra “AA” enviamos un mensaje muy claro a quien nos visita: nuestras viviendas están diseñadas para que, tanto en aislamiento (A), como en consumo energético (A), seas realmente eficiente. Que no sea la “A” de “en teoría no consumo porque no tengo calefacción”. Queremos que sea la “A” de “estoy bien aislado y, cuando enciendo la climatización, consumo muy poco”.

5. Conclusiones

  • Las calificaciones energéticas (letras de la A a la G) son una herramienta útil, pero no siempre cuentan toda la historia.
  • La “A” puede lograrse a veces con pequeños trucos (no instalar calefacción o usar un sistema mínimo), lo que da una lectura incompleta sobre el confort real que tendrás dentro de la casa.
  • En Sistemas DIY apostamos por casas con doble A (AA):
    • A de aislamiento
    • A de consumo energético reducido
      para asegurar que tu vivienda es tan confortable como eficiente.

Así que, la próxima vez que veas un certificado A, no dudes en preguntar: “¿Y el aislamiento qué tal? ¿Qué consumo real has estimado? ¿Con qué sistemas de climatización?”. Que no te vendan gato por liebre.



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